lunes, 12 de marzo de 2012

NEGOCIAR, ¿QUÉ?


Estoy participando en las movilizaciones que se están realizando contra la reforma laboral del Gobierno, que me parecen justas y eran necesarias (las movilizaciones, claro). Ingenuo pese a mis años, yo creía que los sindicatos habían convocado las movilizaciones, huelga general incluida, para que el ejecutivo retire una reforma absolutamente lesiva para los intereses de los trabajadores o, lo que es lo mismo, para la inmensa mayoría de la población. Pasados los días y escuchando a los máximos líderes sindicales me estoy empezando a inquietar y, lo más importante, a no tener demasiado claro cuales son los objetivos del sindicalismo profesional.

Es verdad que, el domingo en la mani de Madrid, Méndez y Toxo criticaron con dureza la reforma, pero no lo es menos que ambos dejaron meridianamente claro que estaban dispuestos a desconvocar la huelga general si el gobierno se sienta a negociar. Mi pregunta es sobre qué quieren negociar si se tiene en cuenta que la reforma sobre la que parecen querer hablar acaba con muchos de los derechos que tantos sacrificios ha costado a tantos lograr. La verdad es que no logro entender por donde podría ir la negociación. A no ser, claro, que Rajoy y los suyos se avengan a pasar de veinte a veintiuno los días de indemnización por despido. Resultaría chusco, pero gobierno y sindicatos nos venderían el aumento de la indemnización como un avance.

Siempre he defendido la importancia de los sindicatos en una sociedad como la nuestra, aunque también he criticado su funcionamiento actual, más profesional que vocacional. En este sentido, no debemos olvidar que las cúpulas sindicales han llegado a acuerdos con gobierno (de los dos signos) y patronal (con uno solo) que en muchas ocasiones han resultado lesivos para los trabajadores. Por eso mismo desconfío de este nuevo llamamiento al diálogo que, mucho me temo, giraría en torno a las líneas maestras de la actual reforma, pues tengo claro que los actuales gobernantes absolutos no van a renunicar a su dura reforma actual, ni traicionarán a los suyos o a sus jefes, llámense CEOE o "mercados". Por tanto, ojito, no vaya a ser que "el mudito" les escriba a los sindicatos ofreciéndoles una mesa de negociación y que estos enfríen el ambiente reivindicativo a cambio de nada porque, insisto, el gobierno va a mantener, contra viento y marea, lo fundamental de la reforma laboral.

Debemos estar atentos y no dejar que nos engañen una vez más.


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