lunes, 30 de mayo de 2011

MUNDOS PARALELOS

Si atendemos a lo que nos muestran los Medios de Comunicación, podríamos llegar a la conclusión de que España está formada por dos mundos paralelos, sin ninguna relación entre sí. En el día a día, los políticos van por un lado y una parte de la sociedad por otro. Por desgracia, la mayoría de este segundo mundo se entretiene con las aventuras del famoseo o se deja anestesiar por el fútbol, sin ninguna otra preocupación, aunque no me interesa detenerme en la masa informe del conformismo.

En general, el mundo de los políticos no se da por enterado del malestar que su manera de actuar está provocando en cada vez más ciudadanos. Al menos eso quieren dar a entender, si observamos cómo, después de las elecciones, siguen ocupados con sus cuitas pero, sobre todo, intentando conseguir más cuotas de poder; o de conservar lo más posible del que tuvieron. Para unos, lo importante es hacernos ver cuantos gobiernos han ganado, y convencer a otros para que ese poder aumente (incluso ofreciéndoles pactos a ideolología contrapuestas). Para otros, el foco está en quien se hace cargo del "comatoso" partido con vistas a las próximas elecciones o las posibilidades que tienen de pactar algún gobierno con aquellos a los que siempre han despreciado. Las diferencias, si del poder se trata, no son importantes.

Mientras tanto, la marea de descontantos no se desinfla, y muchos siguen en las plazas reivindicando otra forma de hacer política y definendo la demcracia que queremos; que necesita este país. Todavía no son, no somos, mayoría, pero resulta reconfortante ver como 300 personas se concentran en un lugar donde hasta ahora nunca nadie había manifestado su descontento. Y hablode las asambleas de barrio de este pasado sábado. Que son muy pocas, por supuesto, pero hay que intentar que no decaiga y cada vez más gente descontenta se atreva a manifestarlo en público. Ya está bien de siestas.

jueves, 26 de mayo de 2011

EL PESOE, CAMINO DEL APAÑO

Parece que ZP ha conseguido "pastelear" una salida a la grave crisis que afecta a su partido tras la apabullante derrota en las municipales y autonómicas: Que solo haya un candidato en la primarias para elegir al candidato (perdedor) del PSOE a las elecciones generales del año próximo. En esa dirección apunta la renuncia de la ministra Chacón a presentarse, que no parece haberle hecho mucha gracia, a la vista de su lenguaje corporal durante la comparecencia ante los periodistas. Imagino que el todavía secretario general del partido (iba a decir los socialistas) ha logrado su proposito de que sea Rubalcaba próximo cabeza de lista para que, después de palmar en la próxima cita con las urnas, Chacón aparezca como salvadora del proyecto.

Ya veremos qué pasa en la reunión del comité federal del sábado, pero me barrunto que algún valiente puede dar un paso al frente y postularse como candidato en las primarias. En ese caso, si ese hipotético candidato tiene pese político (y estoy pensando en alguien como Ibarra, por ejemplo) el actual aparato del PSOE se puede llevar una sorpresa, pues es muy posible que pudiera ganarle al candidato oficial. Porque si bien es verdad que ZP llevó la ilusión a los afiliados de su partido cuando ganó las elecciones, no lo es menos que ha pisado muchos callos entre los militantes más veteranos, a los que ha laminao sin ninguna piedad. Eso, y la descomposición actual de su proecto haría que muchos votaran en contra de la dirección.

Por supuesto, lo dicho anteriormente no es más que una reflexión, sin conocer de verdad lo que sucede. La pregunta, retórica, es la razón por la que la cúpula del PSOE se empecina en convocar primarias y no un congreso extraordinario, que estaría más que justificado a la vista de los resultados electorales y el errático manejo de la crisis que ha hecho el gobierno que, seguro, les volverá a pasar factura en los próximos comicios. Con más intensidad incluso si quien se presenta es del equipo que actualmente dirige el partido, al que los ciudadanos estarán encantados de castigar.

La conclusión, mi conclusión, es que si los actuales dirigentes del PSOE se empeñan en no convocar un congreso es por interés. Por su interés, en el sentido de que si ese congreso se celebrara, la gente que rodea a ZP se quedaría sin sus cargos institucionales como diputados o senadores. Puede que sea pensar mal, pero por ahí deben ir los tiros pues, para gente que ha hecho de la política su profesión, volver a la vida civil debe ser muy duro. Si su partido se queda con una representación raquítica, al menos ellos se habrán salvado, pues ya se encargará Blanco de colocarse, y colocar a sus colegas, en puestos de salida.

Mientras tanto, en el PP se siguen relamiento y, como buitres, esperan a que sus contrincantes se sigan despellejarndo para podérselos comer mejor. Lo triste es que nos lo tenemos merecido.

miércoles, 25 de mayo de 2011

LOS PARTIDOS, CON LA LENGUA EN MOVIMIENTO

Tres días después de las elecciones, el PSOE se lame las heridas de la derrota y el PP se relame la victoria. Los dos partidos están entretenidos en una ocupación perruna que no aporta nada positivo para la sociedad por la que deberían trabajar. Apalancados en sus respectivos centros de poder - presente y futuro -, seguramente no entenderán, ni les importa, la desafección creciente de una sociedad cada día más harta de ellos. Seguramente porque, de todos modos, les siguen votando a pesar de su desidia. Toda la culpa no es de ellos pues si quienes tenemos la llave de sus despachos enmoquetados dijéramos basta las cosas cambiarían. ¿Qué pasaría si, en luigar de papeletas con sus siglas, el 70% de los votantes hubiéramos introducido en las urnas papelitos reprobándolos?. Seguro que se lo pensarían. Hay que votar, pero no les debemos regalar nuetro voto a los políticos profesionales de ahora, sino prestárselo: y exigirles que hagan lo que nos llevó a votarles.

Mientras no participemos más, cada día, los profesionales de la política (más integrantes de consejos de administración que dirigentes políticos) seguirán haciendo de su capa un sayo. Y así nos va a todos. A ellos, por cierto, muy bien. Personalmente entiendo que la cosas deberían clarificarse de una vez por todas, en el sentido de que cada uno debería poner las cartas sobre la mesa. El PP, que un día si y otro también nos dice que con ellos se arreglaría la situación, deberían presentar una moción de censura para que se vaya Zapatero. Tengo claro que no lo harán, no porque no cuentan con los apoyos suficientes para ganarla, sino porque tendría que enseñar su programa que, estoy seguro, espantaría a muchos cientos de miles de electores.

En cuanto al PSOE, en lugar de resistirse y llorar la derrota, se debería plantear qué ha hecho mal en estos años, que ha sido mucho. Lo primero de todo, y más importante, renunciar a la ideología y hacer seguidismo acrítico del liberalismo económico rampante. Lo segundo, laminar a cuantas personas tienen ideología, con independencia de que fueran militantes o no. ZP se ha rodeado de una guardia pretoriana que durante este tiempo no ha cuestionado sus propuestas, apartando de la primera línea a gente preparada que ahora sería muy importante para su partido. Un partido que debería romper con la atonía reinante e ilusionar a la sociedad con unas propuestas para la salida de la crisis desde la izquierda o, dicho con más propiedad, que favorezcan a la mayoría, y no a las fuerzas oscuras del "mercado", al que ninguno de nosotro hemos votado, pese a lo cual nos gobierna.

Por supuesto, lo anterior no es más que una reflexión hilvanada desde mi radical e irrenunciable independencia. Porque, sí, soy independiente, pero no neutral.

lunes, 23 de mayo de 2011

LA DERECHA, CRECIDA

Lo que pasa en este país no tiene nombre, aunque se le podrían poner apellidos. La derecha huye de este calificativo, mientras algunos que hacen políticas de derechas se dicen de izquierdas. Otros, directamente no se definen. Los primeros y los últimos se deben estr frotando las manos por los excelentes resultados electorales conseguidos el domingo, en tanto los del medio se preguntarán qué han hecho mal para merecer un castigo tan duro. Personalmente se me ocurren varias cosas: Encastillarse en sus cargos institucionales sin escuchar a la calle, hacer unas políticas contrarias a lo que dicen ser y, no menos importante, no haber tenido una política informativa para explicar lo que hacen y por qué. Puede, incluso, que no lo hagan porque le da verguenza explicarlo.


Hace mucho tiempo que no entiendo a los políticos, porque no me interesa demasiado. Menos aún entiendo al pueblo español. Es lógico que quienes tienen unas ideas concretas voten por aquellos que las representan. Lo que no me lo parece tanto es que muchos otros lo hagan atendiendo a los mensajes que les llegan a través de la televisión, sin detenerse a pensar sus propias conclusiones respecto a la realidad. Durante estos últimos años, los mensajes publicados echan todas las culpas de la actual crisis al presidente del gobierno y su partido, sin reparar en que esta crisis es mundial, y ha sido causada por las políticas especulativas de una derecha que se empeñó en hacer más ricos a los ricos a cualquier precio.


Pensando en lo sucedido el domingo se me ocurre qué hubiéramos hecho en el caso de ser los dueños de un restaurante en el que el cocinero le echara veneno a la comida que el camarero, sabiéndolo, sirviera a los clientes. Lo normal sería despedirlos a los dos. Pues bien, supongamos que el veneno es la crisis económica, que ha cocinado el PP con sus políticas centradas en el ladrillo y el PSOE nos ha servido. ¿Y qué hemos hecho?: muy sencillo, despedir sin más al camarero y regalarle el restaurante al cocinero para que no siga envenenando. Muy inteligentes hemos sido, como siempre.


A la vista de los resultados, que por supuesto no pongo en duda, de dirigir la campaña de algún partido le aconsejaría a los candidatos que prevaricaran, cobraran comisiones a saco y construyeran en todos los espacios protegidos algo que, a la vista de los datos, suele dar muchos votos. Para suerte o desgracia mía, no tengo partido al que apoyar, pero cada vez estoy más convencido de que otra democracia es posible. Y más necesaria que nunca. Mientras tanto, que cada uno vote a quien le de la gana. Faltaría más.

jueves, 12 de mayo de 2011

AYUDA SELECTIVA

Si analizas con detenimiento las verdades oficiales, en casi todos los casos llegas a la conclusión de que son oficiales pero no verdades. Y te cuestionas por qué quienes se encargan de transmitir esas "verdades" a la sociedad, los colegas, no las confrontan unas con otras, única manera de llegar a una conclusión lo más cercana posible a la realidad, porque hablar de VERDAD, con mayúsculas, es arriesgado. Al menos para mí, que no creo en ellas.

Me explico. Si hemos de hacer caso a lo que nos han dicho, la llamada Comunidad Internacional decidió intervenir en Libia para salvar a la población de un tirano al que, por cierto, esa misma Comunidad había considerado hasta unos días antes como un amigo leal en la lucha contra el terrorismo. Entonces, ¿cual es la verdad?: Me inclino a pensar que la primera, pero con la mezcla de las dos verdades, contrapuestas, comienzo a ver contradicciones. Teóricamente, porque en la alta política se pasa a defender que algo es negro, cuando hasta un segundo antes se había dicho lo contrario.

Pongamos, pues, que la mentada intervención se hizo efectivamente para defender a la población libia de Gadafi. La contradicción, en este supuesto, es que la defensa se haga bombardeando a esa misma población, y no me sirve que sea solo a aquellos que no están contra el dictador. Otra contradicción más es que la OTAN, el brazo armado de la Comunidad, no socorra a aquellos que deciden huir del dictador; o de la miseria. Lo que queda, o así lo entiendo yo, es que esta organización guerrera solo defiende a una parte de la población libia. ¿Tendrá algo que ver el hecho de que controlan los territorios donde hay más petróleo?. Me temo que así es, mientras no se demuestre lo contrario. Y creo que nunca se demostrará porque a los poderosos no les interesa aclarar las razones por las que declaran enmigos del mundo a algunos personajes, después de haberlos tenido en los altares. Ni les importa lo que pensemos el común de los mortales. Y si les viene bien, les matan para que no cuenten lo que saben. ¿A alguien le suena lo que digo?,