jueves, 13 de septiembre de 2012

Mi "Contracrónica"

¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?

Si nos paramos a pensar sobre las noticias que nos ofrecen los Medios de Comunicación, nos daremos cuenta de que casi nada es lo que parece. O dicho de otro modo, que casi siempre nos venden gato por liebre. Para empezar, una noticia a la que le llevamos dando vueltas desde hace varios días: La manifestación de la Diada en Barcelona, que sin excepción se está valorando en "la Meseta" como una marcha por la independencia de Cataluña, sin ningún matiz.
Mirado desde la distancia, tanto física como ideològica, me parece que las cosas no son como nos las están vendiendo. Es verdad que los convocantes formales de la marcha quieren la independencia, porque llevan muchos años haciendo estas convocatorias. La diferencia, este año, ha sido que el actual presidente de la Generalitat, que no acudió al acto, se ha propuesto capitalizarlo, sin duda para desviar la atención de la realidad de los recortes que está haciendo su gobierno y centrarla (la atención) en el sueño de muchos catalanes que son partidarios de la independencia, aunque me parece que muchos de los asistentes lo hicieron para protestar contra las políticas del propio Artur Más y Mariano Rajoy, tan de derechas el uno como el otro, e igualmente nacionalistas:catalán el uno y español el otro. Yo que no soy nacionalista, de uno u otro signo, iré a la marcha de este sábado, que me parece más necesaria y sincera.
Sin salir de la actualidad española, otro tema del que nos vienen hablando hace tiempo y, como en el caso anterior, sin ofrecernos un análisis racional por estar mediatizado por los sentimientos. Me refiero a la puesta en libertad del etarra Bolinaga, al que la Audiencia Nacional ha decidido poner en libertad para que pueda morirse en su casa. El tema, como digo, se ha sobado tanto que resulta imposible valorarlo de forma sosegada. Sobre todo, por el afán de algunos políticos por hacernos pensar con las vísceras en lugar de con el cerebro. Que el tal Bolinaga es un asesino no se puede negar, como que debe pagar por lo que ha hecho. Sin embargo, en este como en otros casos similares, deberíamos reflexionar sobre si lo que debe primar es la venganza o la justicia.
Por último, después de dejar constancia de la preocupación que me han provocado unas palabras del ministro de Economìa y las consecuencias de un rescate a nuestra economía (que pagaríamos los de siempre), quiero terminar con lo sucedido en la que algunos han dado en llamar la nueva Libia: El asesinato del embajador y otros tres diplomáticos norteamericanos en Bangasi. Un acontecimiento que me parece muy aleccionador, por el lugar elegido y la personalidad del asesinado que, como representante de los USA, les dió apoyo político y logístico (armamento) a los llamados rebeldes, que ahora son gobierno. Personalmente no me sorprende lo que está pasando en los países que gozaron, o sufrieron, la llamada "primavera árabe", un invento de los poderes fácticos mundiales. 


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