jueves, 26 de mayo de 2011

EL PESOE, CAMINO DEL APAÑO

Parece que ZP ha conseguido "pastelear" una salida a la grave crisis que afecta a su partido tras la apabullante derrota en las municipales y autonómicas: Que solo haya un candidato en la primarias para elegir al candidato (perdedor) del PSOE a las elecciones generales del año próximo. En esa dirección apunta la renuncia de la ministra Chacón a presentarse, que no parece haberle hecho mucha gracia, a la vista de su lenguaje corporal durante la comparecencia ante los periodistas. Imagino que el todavía secretario general del partido (iba a decir los socialistas) ha logrado su proposito de que sea Rubalcaba próximo cabeza de lista para que, después de palmar en la próxima cita con las urnas, Chacón aparezca como salvadora del proyecto.

Ya veremos qué pasa en la reunión del comité federal del sábado, pero me barrunto que algún valiente puede dar un paso al frente y postularse como candidato en las primarias. En ese caso, si ese hipotético candidato tiene pese político (y estoy pensando en alguien como Ibarra, por ejemplo) el actual aparato del PSOE se puede llevar una sorpresa, pues es muy posible que pudiera ganarle al candidato oficial. Porque si bien es verdad que ZP llevó la ilusión a los afiliados de su partido cuando ganó las elecciones, no lo es menos que ha pisado muchos callos entre los militantes más veteranos, a los que ha laminao sin ninguna piedad. Eso, y la descomposición actual de su proecto haría que muchos votaran en contra de la dirección.

Por supuesto, lo dicho anteriormente no es más que una reflexión, sin conocer de verdad lo que sucede. La pregunta, retórica, es la razón por la que la cúpula del PSOE se empecina en convocar primarias y no un congreso extraordinario, que estaría más que justificado a la vista de los resultados electorales y el errático manejo de la crisis que ha hecho el gobierno que, seguro, les volverá a pasar factura en los próximos comicios. Con más intensidad incluso si quien se presenta es del equipo que actualmente dirige el partido, al que los ciudadanos estarán encantados de castigar.

La conclusión, mi conclusión, es que si los actuales dirigentes del PSOE se empeñan en no convocar un congreso es por interés. Por su interés, en el sentido de que si ese congreso se celebrara, la gente que rodea a ZP se quedaría sin sus cargos institucionales como diputados o senadores. Puede que sea pensar mal, pero por ahí deben ir los tiros pues, para gente que ha hecho de la política su profesión, volver a la vida civil debe ser muy duro. Si su partido se queda con una representación raquítica, al menos ellos se habrán salvado, pues ya se encargará Blanco de colocarse, y colocar a sus colegas, en puestos de salida.

Mientras tanto, en el PP se siguen relamiento y, como buitres, esperan a que sus contrincantes se sigan despellejarndo para podérselos comer mejor. Lo triste es que nos lo tenemos merecido.

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