viernes, 4 de noviembre de 2011

CON SU PAN SE LO COMAN

Hemos entrado de lleno en la campaña para las elecciones del 20-N que, a buen seguro, será más aburrida que nunca. Seguramente, porque el resultado final está cantado y cada vez hay menos gente que crea en las promesas de los candidatos. Es decir, que al no existir emoción en cuanto al resultado, la gente deja de interesarse, algo que sobre todo le interesa al PP. Estoy seguro de que a nadie se le ocurriría ir al cine a ver una pelìcula de misterio cuyo desenlace hubiera visto previamente.
Entre quienes no están interesados en la farse en que han devenido las elecciones me encuentro yo, que me debato entre la abstención activa y el voto nulo, consciente o inconscientemente, para devolverles el trato que los políticos nos dan a los ciudadanos. Es decir, que como ellos no nos hacen caso a nosotros, al menos yo estoy dispuesto a devolverles la moneda. Soy consciente de que no servirá de mucho, habida cuenta que los incondicionales del PP, muchos, y los del PSOE, menos, acudirán a votar a sus candidatos como si de una profesión de fé se tratara, con independencia de lo que prometan o sepamos que van a hacer. Allá ellos.
Pero una cosa es que no tega decidido el sentido de mi voto (o no voto) y otra que no me interese lo que sucede; que me interesa. Y hasta me cabree escuchar cosas que me parecen absurdas. Una de las que más, que el "silencioso" Rajoy nos diga que va a seguir en silencio ante los periodistas durante toda la campaña y que se defina como "la luz al final del túnel", cuestión esta última que, además, me cabrea, porque siento que me está llamando "jilipollas", a mí y a todos los españoles, sabiendo que ni él se cree sus propias palabras.
Seguramente será la luz al final del túnel para los empresarios y aprovechados que en este pais están deseando que llegue al gobierno para hacer caja; para beneficiarse de lo que nos va a quitar al resto. Como prueba de lo que digo se puede mirar a Portugal, donde la derecha se presentó como el ungüento amarillo de los males del país y lo que ha hecho es cargar todos los sacrificios sobre trabajadores y jubilados. Como van a hacer aquí. De eso no tengo ninguna duda. Y lo harán con total convencimiento. Con su pan se lo coman, aunque parte de ese pan lo pondré yo. Los chorizos los pondrán ellos.

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