Los políticos profesionales no han entendido todavía, o se niegan a hacerlo, lo que les está pidiendo la calle: que les escuchen. Tan sencillo y difícil como eso, acostumbrados como están a pisar la realidad solo en tiempo de campaña electoral para, una vez terminado el trámite, refugiarse en sus enmoquetados despachos administrando los votos como si realmente fueran de su propiedad durante los cuatro años siguientes. No saben ellos, y si lo saben se hacen los tontos, que esos votos son prestados y deberían hacer un buen uso de ellos; y consultar con quienes les han puesto donde están pues, aunque no quieran entenderlo, son empleados de los ciudadanos. Muy bien pagados por cierto.
Hasta ahora han ignorado el clamar popular que exige cambios profundos en el actual sistema, que podriamos llamar democrático solo porque votamos cada cuatro años. Quizá pensaron que eran pocos los que habían tomado las calles pacíficamente para exigir cambios profundos, pero también en eso se han equivocado, una vez más por ser ajenos a la realidad de los ciudadanos. Lo bueno, malo para ellos, es que cada vez somos más y, al paso que vamos, el número irá creciendo hasta que la protesta acabe llevándoselos por delante. O rectificando, que es lo que acabarán haciendo para seguir montados en el machito de su bien remunerada profesión.
Estoy convencido de que asi será, como espero que los tres diputados de IU en Extremadura rectifiquen en su decisión de dejar que el PP gobierne la región. Por los extremeños que viven en la región y por la propia supervivencia futura de la coalición. Las decisiones politicas tomadas desde las vísceras nunca son buenas, porque quienes no las han vivido directamente no las van a entender por mucho que se expliquen. ¿Que IU quiere castigar al PSOE por cómo les han tradado?. Está muy bien, pero siempre habría otros modos de hacerlo que sacarles del gobierno para dárselo al PP que, de eso no tengo ninguna duda, nunca harán políticas positivas para los más desfavorecidos.
Entonces, como escribió Lenin, ¿qué hacer?. Se me ocurren dos cosas: La primera, dejar que gobierne el PSOE e intentar que haga políticas de izquierda y, en todo caso, que sean ellos quienes rompan el acuerdo. La segunda, votar contra la investidura de Monago y que se repitan las elecciones, aunque en este caso es posible que los electores casiguen a IU en esa segunda vuelta. Un castigo que recibirá, de todas todas, si permiten un gobierno del PP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario