Mucha gente de izquierdas, o simplemente con sentido crítico, suele decir que PSOE y PP son lo mismo, y que da igual quien gobierne. Yo mismo lo he pensado en muchas ocasiones, pero cuando conocemos algunas cosas, convendría que repensáramos esa afirmación. Por supuesto, algunas de las reformas aprobadas por el actual gobierno son criticables, por antisociales. Y hay que decirlo. Lo que no podemos obviar en nuestro análisis es que la alternativa real a este gobierno es otro del PP y, por desgracia, debemos asumirlo así. ¿Será peor el que venga que el que tenemos?. Me temo que sí. Y aunque lo que digo se puede considerar una opinión personal, y lo es, sería conveniente que mirásemos en un espejo cercano en el tiempo y el espacio o, dicho de otro modo, que escarmentásemos en cabeza ajena. Y me estoy refiriendo a lo sucedido en Portugal, tan cerca y tan lejos a la vez.
En el país vecino, el gobierno del Partido Socialista propueso unas duras medidas de ajuste que el Parlamento tumbó con el aplauso unánime de las personas que citaba al principio. ¿El resultado?, anticipo electoral y barrida de la derecha que, como aquí en España, prometió arreglarlo todo en dos "patás". Más o menos como aquí los chicos de Mariano "el mudo". Después de las elecciones, un tal Passos Coelho ha destapado sus propuestas, algunas de las cuales son tan buenas para las clases medias y bajas como estas:
*Reforma del mercado laboral, con la reducción de las indemnizaciones por despido, del subsidio de sesempleo y la duración del mismo.
* Reducción de la contribución empresarial a la Tasa Social Unica.
* REcorte de las pensiones superiores a los 1.500 euros anjuales.
*Aumento del IVA.
* Reducción del peso del Estado o, lo que es lo mismo, recorte de empleo en las Administraciones Públicas.
Podría seguir, pero no quiero aburrirme; ni deprimirme con las desgracias que le va a tocar sufrir a los portugueses. Aquí en España, don Mariano todavía no nos ha querido enseñar los filos de sus tijeras, pero no hay que ser muy listos para saber, primero, que solo nos contará sus propuestas cuando le dejemos ganar las elecciones y, segundo, que esas propuestas irán por un camino muy parecido al que piensan emprender sus correligionarios portugueses.
Que cada uno rece lo que sepa ante lo que se nos viene encima pues, cuando las barbas de tus vecinos (portugueses) veas rapar, echa las tuyas a remojar.
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